reunión virtual

Micro, cámara y acción. Entras en una reunión virtual con tus compañeros de trabajo, tu jefe o, peor, con tu entrevistador. Te has asegurado de tener un entorno ordenado, con buena iluminación y conexión a internet. Lo tienes todo bajo control, o eso parece.

Unos golpes en tu puerta, una cabeza que se asoma creyendo observar sin ser vista, un intruso que se pasea por detrás. Con la pandemia, nos hemos acostumbrado a estas situaciones, pero, si te toca a ti, no resulta tan divertido. ¿Sabrías cómo reaccionar? 

 

El código de comportamiento de una reunión virtual es muy similar al de una presencial, pero tiene retos adicionales: ¿saludo si llego tarde?, ¿me disculpo si aparece un intruso?, ¿qué pasa si me quedo congelado? Te dejamos algunos consejos para evitar situaciones incómodas en tus videollamadas. 

 

¡Que llego tarde!

 

Si la puntualidad no es lo tuyo, probablemente hayas llegado tarde a alguna reunión virtual y sabes de lo que hablamos. Con o sin aviso, entrar en una reunión cuando ya ha empezado (y hay gente hablando) es una situación incómoda. ¿Interrumpo?, ¿saludo?, ¿me callo y espero que nadie me delate? Y es que parece que llegar tarde a una reunión virtual es imposible. Pero, no te confíes, cuanto más fácil lo tenemos, peor gestionamos el tiempo

 

Si llegas antes de tiempo, también eres impuntual 

 

Sí, has leído bien. Llegar antes de tiempo tampoco es buena señal, aunque en una reunión virtual, a veces, ni se nota. Entonces, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de impuntualidad? Podemos resumirlo en tres situaciones: 

  • Llegar con demasiada antelación: puedes parecer despistado o arrogante. ¿No te has enterado de la hora?, ¿o quieres hacer presión?
  • Salir antes de que finalice para asistir a otros compromisos refleja falta de organización y planificación. ¿No miras tu agenda?
  • Y, como no, llegar tarde a una reunión. Hacer esperar a los demás es una falta de respeto. No juegues con el tiempo de tus compañeros, ellos también tienen obligaciones. 

Pero, ¿saludo si llego tarde a una reunión virtual?

 

No hay un código de conducta para estos casos, ¡ojalá! Pero, aunque no tengamos un manual, aquí os dejamos un par de consejos:

 

  1. Si llegas tarde y te están esperando, saluda a todos los asistentes y discúlpate por el retraso. Hazlo de forma breve para evitar que pierdan más tiempo. 
  2. Si te retrasas y la reunión ha comenzado, pero están en silencio, puedes saludar y disculparte. Sobre todo, ahora que Zoom va contra los ‘tardones’.
  3. Si llegas tarde, la reunión ha empezado y están hablando, puedes saludar por el chat, pero no interrumpas la conversación.

Todo depende del contexto y la relación que tengas con el resto de los asistentes de la reunión virtual. No es lo mismo reunirte con tu equipo que con un cliente, pero evita retrasarte en ambos casos. Todos se merecen respeto. 

 

No es una cena de etiqueta, pero tampoco una fiesta de pijamas 

 

Ni tanto, ni tan calvo. Sabemos lo cómodo que es poder trabajar desde casa. Tan cómodo que invita a hacerlo en pijama. Pero, no es la mejor idea.

 

Hace diez años, el teletrabajo era una utopía. Hace cinco, un privilegio. Pero, con la llegada de la pandemia y el cierre de las oficinas, se ha convertido en un derecho o una exigencia de los trabajadores. Sin teletrabajo, no hay flexibilidad. O eso parece. 

 

Sí, nos hemos vuelto más ‘comodones’. ¿Para qué madrugar para ir a la oficina? ¿Media hora de trayecto hasta el trabajo? Ni loco. Sin duda, la pandemia ha cambiado nuestros hábitos, tanto personales, como laborales. Tanto, que, cuando nos conectamos a una reunión virtual, muchos ni se molestan en cambiarse de ropa de cintura para abajo. Total, ni se ve.

 

Pero, cuidado, estas prácticas pueden jugarte una mala pasada. Ponte en situación: estás en una entrevista de trabajo, te has acicalado de cintura para arriba y tu entrevistador te pregunta por tus zapatos. Sí, puede pasar. Probablemente, tu primera reacción sea entrar en pánico. No porque lleves chanclas, zapatillas de casa o estés descalzo, sino porque llevas pantalones de pijama. ¿Sabrías cómo salir del paso? Si tienes alguna idea ingeniosa, no te la guardes. Ya estás tardando en compartirla con todos nosotros

 

¿Hay moros en la costa?

 

Mascotas, niños, compañeros de piso en ropa interior. Hemos visto de todo. Durante el confinamiento, asistir a una reunión virtual sin intrusos era todo un reto. Y, probablemente, todo fuera por la falta de costumbre. Pero, después de dos años, que aparezcan invitados sorpresa ha dejado de hacernos gracia.

 

Pero, ojo, no hablamos solo de presencias molestas. De vez en cuando, también se escuchan ruidos, como si fueran psicofonías. Si no puedes evitarlos, desactiva tu micrófono mientras no estés hablando. Eso sí, no olvides ‘desmutearte’ cuando quieras intervenir. 

 

Mímica y el juego de las estatuas

 

Micro, cámara, luces… y buena conexión a internet. No podemos controlar todos los aspectos técnicos, pero no está de más revisarlos antes de entrar en una reunión virtual. Aún así pueden fallar, sí, pero ahí está la magia del directo. 

 

¿Qué es lo peor que puede pasar? Quedarte congelado con una expresión rara, jugar al juego de las  estatutas, contestar con retraso. Si tu conexión a internet empieza a fallar, discúlpate y pregunta si puedes quitar la cámara para no sobrecargar el ancho de banda. También puedes usar los datos de tu móvil para compartir internet o conectarte a la reunión desde este dispositivo. ¡Bienvenido a la era digital!

 

Estás muteado, tío 

 

Más de uno debería llevarse el premio al más muteado del mes, o del año. Si no se te viene a la mente nadie de tu empresa, es posible que esa persona seas tú. Pero, no te preocupes, tus compañeros seguirán avisándote cada vez que intentes hablar y tengas el micrófono apagado. ¡Santa paciencia!

 

El premio a la mejor empresa es para…

 

Las reuniones virtuales han dado mucho juego. Si tu empresa todavía no ha hecho una entrega de premios aprovechando los deslices de tu equipo, está tardando. ¿Cuál sería tu estatuilla? El más tardón, el mejor vestido, el mejor mimo, la mejor estatua… Las empresas que aprovechan los retos de una reunión virtual para crear cultura de equipo sí que se merecen un premio. 

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