
En el trabajo, no todo es dinero. Existen otros factores, como la flexibilidad, el ambiente o el modelo de trabajo, que son los que incluimos en el llamado salario emocional.
Este tipo de retribución tiene cada vez más fuerza entre los empleados. Tal es su importancia que la ausencia de este bienestar emocional está motivando el fenómeno de la Gran renuncia, por el que millones de personas están abandonando sus puestos de trabajo de forma voluntaria.
La Gran renuncia
Actualmente nos referimos a la “Gran Renuncia” como el fenómeno social mediante el cual, en Estados Unidos, se empezó a detectar un patrón de comportamiento en empleados de todas las industrias y de diferentes profesiones, que comenzaron a renunciar en manera masiva a sus empleos.
Como punto de inicio de la gran renuncia tenemos la primavera de 2021, momento en el cuál en Estados Unidos, se comenzó con el retorno a las oficinas y el final de la primera serie de restricciones impuestas por la crisis del Covid 19.
Resulta que, entre los meses de marzo y julio de 2021, casi cuatro millones de empleados renunciaron a sus puestos de trabajo cada mes. Lo que da un total de 12 millones de personas abandonando sus empleos de forma voluntaria, un récord histórico nunca visto.
No podemos hablar de la gran renuncia sin mencionar el enorme cambio de paradigma en términos de gestión de recursos humanos y la forma en la que entendemos la vida en general, luego de haber atravesado una pandemia en 2020. La pérdida de familiares o amigos que hayan contraído Covid, haber pasado la enfermedad con mayor o menor severidad o, simplemente, haber vivido meses de cuarentena, restricciones, incertidumbre y ansiedad generalizada, llevaron millones de personas de todo el mundo a replantearse ciertos aspectos de su vida.
Con este panorama las empresas se encuentran con dificultades añadidas para captar y retener talento. Hay que comprender bien las causas de la gran renuncia a la hora de establecer nuevos mecanismos para evitar que se reproduzca el proceso y poder retener el talento en las organizaciones.
El salario emocional
El salario emocional es un concepto que va más allá de la retribución económica y que incide en otros aspectos con el objetivo de satisfacer las necesidades del empleado en el ámbito personal, familiar y profesional.
De forma sencilla el salario emocional consistiría en facilitar a los empleados una serie de beneficios no económicos que les hagan sentirse cómodos dentro de la empresa.
Aquellas organizaciones que han decidido invertir en ‘salario emocional’ han comprobado cómo la rotación del personal es menor que en otras compañías, han reducido gastos en selección y formación, han disminuido los niveles de absentismo laboral y han situado sus empresas entre las más deseadas para trabajar.
El primer ejemplo de salario emocional que a todos se nos ocurre es el reconocimiento personal. Las palabras de elogio de los superiores hacia los empleados crean una motivación extraordinaria en los trabajadores. A todos nos gustan los elogios.Pero hay más. Las políticas de flexibilidad horaria en aquellas actividades que lo permiten están también muy bien valoradas por los empleados.
Lo mismo sucede con el teletrabajo, la mayoría de los empleados valora poder conciliar la vida laboral y personal, reducir molestias, así como tiempo y gastos de desplazamiento.
Disponer de espacios de descanso e incluso zonas de ocio dentro de la empresa. Contar con luz natural, colores cálidos en las paredes, presencia de plantas u obras de arte en zonas comunes contribuyen a mejorar el ánimo del empleado y redundará en su rendimiento.
Claves para retener el talento
Como no queremos que en nuestra empresa se produzca nada parecido a la gran renuncia, es importante incidir en una serie de factores clave que nos van a ayudar a retener el talento.
Como cada trabajador es individual y tiene sus propias expectativas deberemos adaptar estas claves, ya que no será lo mismo un empleado joven que uno sénior, ni un padre o madre de familia que un trabajador sin hijos, ni un ejecutivo experimentado que un empleado sin experiencia…
Desarrollo
La posibilidad de ascender en la empresa y alcanzar el bienestar laboral es una aspiración común a todos los trabajadores. La organización debe adaptar sus procesos internos para que la promoción interna sea justa y basada en principios claros y lo más objetivos posibles.
Compensación emocional
El pago del salario económico no es suficiente cuando un trabajador no se siente de utilidad. Las palabras de aliento y agradecimiento siempre serán bien recibidas.
Conciliación
Como se ha indicado anteriormente, este aspecto es uno de los más valorados por los trabajadores a la hora de incorporarse a una empresa. Debe valorarse su grado de autonomía y el trabajador tendrá la sensación de ser tratado como persona y no únicamente como un número o una pieza del engranaje.
Retribución variable
El salario emocional no debe sustituir al económico, pues el ingreso a fin de mes es el que permitirá vivir al trabajador y a su familia. Incentivar las ideas o las sugerencias para mejorar la empresa deben ser recompensadas, incluso de manera monetaria. También deben incorporarse a los salarios complementos basados en la productividad.
Comunicación
Los trabajadores aprecian que en la empresa estén abiertas las líneas de comunicación tanto con los iguales como con los superiores jerárquicos. Los trabajadores son personas que como el resto necesitan comunicarse de tú a tú, conocer a sus compañeros y superiores y poder acceder a ellos cuando los necesiten. Se debe evitar que los jefes sean inaccesibles.
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