
Vale, has superado el proceso de selección, has conseguido la entrevista de trabajo, y además parece que el trabajo no está mal, o mola mucho, o mola muchísimo… Llegas al lugar de la entrevista, te sientan a esperar, te llaman, entras en una oficina. Ok. Y, ¿ahora qué?
Pues tienes que presentarte, responder a las preguntas que te haga el entrevistador, e incluso hacer tú algunas preguntas… o contar lo que sea que consideres oportuno para que te conozcan mejor.
Está claro, ¿no? Pues estará claro, pero para muchos de nosotros no es nada fácil preparar las entrevistas de trabajo, y todavía menos hacerlas. Nos pueden los nervios, nos olvidamos de lo que queríamos decir, o hablamos demasiado, o soltamos perlas que luego nos persiguen en las noches de insomnio…
Ve ganando experiencia
En fin, que igual que en esta vida a todo se aprende, pues lo mismo hay que hacer con las entrevistas de trabajo: aprender a hacerlas. La experiencia siempre es un grado. Si a día de hoy todavía no has hecho ninguna, o apenas un par de ellas, te vendría bien forzar un poco la máquina y tener la mayor cantidad de entrevistas que puedas conseguir.
A lo mejor ninguna responde al trabajo de tus sueños, pero te van a servir para prepararte e ir tomándole el pulso al asunto, para cuando llegue la entrevista que sí conduce a ese trabajo. Y oye, quién sabe, cuando menos te lo esperas igual va y suena la flauta…
¿De todas formas quieres saber cómo preparar y luego realizar tu entrevista de trabajo con dignidad, personalidad y eficacia? Pues tampoco es que haya fórmulas mágicas. Pero quizá sí hay unas cuantas claves que te pueden ayudar en el empeño.
Lo más importante
Te vamos a contar algunas cosas, sí, pero en todo caso empezamos por lo más importante. En una entrevista de trabajo, sé tú mismo, responde con honestidad y sencillez, pregunta lo que consideres relevante sobre el puesto, y añade lo que pienses que el entrevistador debe saber de ti, pero no has tenido ocasión de contarlo. Y aquí paz y después gloria.
Esto no garantiza que consigas todos los trabajos en todas las entrevistas que hagas. Pero, seguro que facilita al entrevistador saber si eres la persona idónea para el puesto, o quizá para otro puesto que no es el que está en juego. Fingir, mentir, andarse por las ramas o quedarse callado, probablemente tampoco te va a llevar muy lejos.
¿Esto es todo? No, no es todo. Lo cierto es que hay muchas maneras de interpretar lo que acabamos de decir y, al final, cada uno se lo lleva a su terreno. Así que vamos a entrar en detalle con algunas cuestiones: buscar información en la red, consejos sobre cosas que viene bien hacer (y decir), y consejos sobre cosas que no viene nada bien hacer (ni decir).
Internet y tu entrevista de trabajo
En Internet, tienes multitud de webs, blogs y perfiles en redes sociales que tratan de este tema. Pregúntale a Google, a tu buscador favorito, a tus amigos, familiares, compañeros de trabajo… Seguro que, entre todos, te indican sitios web donde puedes encontrar consejos, tips, y todo tipo de breves manuales sobre cómo hacer una entrevista de trabajo.
En español, por ejemplo, te recomendamos el blog de LaborFox, o sea el nuestro, que para eso lo hacemos, o estos dos artículos:
Hay muchos más. Y, si te animas con el inglés, ya te puedes imaginar. Por poner otro ejemplo:
Para seguir buscando, seguramente te ayude conocer algunas de las preguntas más habituales en buscadores sobre el tema:
- Cómo preparar una entrevista de trabajo. How to prepare a job interview.
- Cómo empezar una entrevista de trabajo. How to start a job interview.
- Qué preguntas hacer en una entrevista de trabajo. What questions to ask in a job interview.
- Cómo vestir en una entrevista de trabajo. How to dress in a job interview.
Y todo lo que se te ocurra. Sea lo que sea, seguro encuentras algo relacionado. El caso es que te informes cuanto puedas. Toma notas, y piensa en cada caso qué te sirve más, qué te sirve menos, y qué no te aporta nada.
Entrevista de trabajo… virtual
Hazte a la idea de que es perfectamente posible que tu entrevista sea virtual, en remoto, por videoconferencia. En general, las normas que aplican a una reunión virtual o los códigos de comportamiento que se van imponiendo a medida que se extiende su práctica, también sirven para una entrevista de trabajo virtual, que no deja de ser una reunión.
Pero, vamos al grano.
Algunos consejos en positivo: to know, to do, to say
¿Qué es conveniente saber? ¿Qué hay que hacer? ¿Qué debemos decir? Sigamos entrando en materia:
- La puntualidad es esencial. Entérate bien de la hora y el lugar de la entrevista, piensa cómo te vas a desplazar, cuál es el modo más rápido o seguro… Si es virtual, anota bien la hora y asegúrate de conocer el medio o servicio elegido y tener acceso al mismo (Google Meet, Skype, Zoom…).
- Hazte con los datos del entrevistador. Cómo se llama (nombre y apellidos), quién es (cuál es su puesto), y cuando hables con él o ella, hazlo de usted mientras no te digan lo contrario.
- Infórmate todo lo que puedas sobre la empresa. Para empezar, si se percibe que no tienes ni idea de dónde estás, igual la entrevista se acaba en el acto. Pero, sobre todo, es importante conocer a la empresa porque te permite explicar mejor cómo puedes contribuir si llegas a formar parte de su organización.
- Recopila toda la información relevante de tus anteriores trabajos. Si estás trabajando o vienes de trabajar en otra empresa, cuenta con claridad a qué se dedica y cuál era tu papel en ella.
- Procura ser comedido: si tienes cosas buenas que decir, dilas. Si todas son malas, mejor no digas nada. Ir echando pestes sobre los demás no es el mejor indicio sobre tu actitud profesional.
- Prepara todas las preguntas que consideres necesarias para entender el puesto, la organización o cualquier aspecto relacionado. Pero no te pases, no vayas a practicarle un interrogatorio al entrevistador, y trata de preguntar con sencillez, respeto y sentido de la oportunidad. Esto te puede ayudar a decidir, en el caso de que te ofrezcan el trabajo, si es realmente el trabajo que crees, esperas o deseas.
Algunas técnicas sobre qué hacer y qué decir en la entrevista de trabajo
- Sé puntual. Lo repetimos por si ya se te había olvidado. Y eso significa: llegar unos pocos minutos antes o en punto.
- Viste con normalidad, como tú vistas, con limpieza y pulcritud. (Y si además quieres conseguir el trabajo, viste como creas que te va a convenir mejor, dentro de tus propios valores sobre cómo vestir y la importancia que le des al asunto.)
- Si te dan la mano, responde dando tu mano con firmeza.
- Aunque haya asientos, espera a que te inviten para sentarte.
- Escucha. En serio: escucha, y que se note que lo haces con interés.
- Asegúrate de recibir toda la información necesaria sobre el puesto.
- Asegúrate de ofrecer toda la información necesaria sobre tu experiencia.
- Insiste en tus fortalezas, pero no dejes de reconocer tus debilidades. La mejor forma de hacerlo es reconocerlas, sin más, y añadir que estás deseando aprender a mejorar. Uno de tus puntos fuertes tiene que ser precisamente la honestidad.
- Invita a que te hagan más preguntas, pide permiso para preguntar por tu parte.
Algunas preguntas típicas de entrevista de trabajo
A medida que vayas teniendo más experiencia, comprobarás por ti mismo cuáles son las preguntas más frecuentes que te encuentras. En esto tiene mucho que ver tu ámbito profesional, el sector de la empresa, la cultura y la tradición de cada compañía… Pero bueno, veamos algunas preguntas que suelen coincidir y repetirse. Así te puedes preparar la respuesta.
- ¿Por qué has elegido tu profesión?
- ¿Por qué te gustaría trabajar con nosotros, en esta empresa?
- ¿Cuáles son tus principales fortalezas y debilidades?
- ¿Dónde te gustaría estar dentro de cinco años? ¿Y de diez?
- ¿Cuál es tu objetivo salarial?
- ¿Qué piensas del trabajo en equipo?
- ¿Cuál es el proyecto en que has trabajado que más te ha gustado?
- ¿Estarías dispuesto a cambiar de residencia para conseguir el puesto?
- ¿Cuáles son tus aficiones?
Algunos consejos en negativo: not to do, not to say
Si tomamos como referencia todo lo anterior, parece fácil saber qué no hacer y qué no decir en una entrevista de trabajo. Pero por si acaso vamos a ser todo lo descriptivos y enfáticos que podamos:
- No llegues dos días antes ni dos semanas después. Lo primero, si intencionado, sería rarísimo, y lo segundo, si de nuevo intencionado, absolutamente absurdo. O sea, sé puntual.
- La limpieza y la pulcritud son signo de una mente organizada y responsable, y como tales se trasladan al aspecto y a la vestimenta.
- Si te dan la mano, responde dando la tuya, no dejes al entrevistador en plan high-five fail. Tiene su gracia, pero poco más.
- No hables sin parar interrumpiendo una y otra vez, y menos aún cuentes anécdotas del verano pasado con tus amigos sin venir a cuento. Escuchar también significa responder exactamente a lo que te acaban de preguntar.
- Por último, no mientas. Es más que probable que, si lo haces, o bien te cacen, o bien consigas el trabajo y luego te cacen, y te echen.
Dejamos para el siguiente post cuestiones tan determinantes como si afeitarse o dejarse barba, o llevar tacones o zapato plano. ¡Suerte en tu próxima entrevista de trabajo!
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